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Tutoriales del Campus Virtual

Tutoriales del Campus Virtual

La Secre participó de la gestión, organización y accesibilización de los materiales del canal de youtube «Campus Virtual UNVM», con el fin de acompañar a la comunidad durante la excepcionalidad pedagógica.

La Secretaría de Comunicación Institucional de la Universidad Nacionalidad de Villa María, trabajó en las adaptaciones necesarias y en la personalización del canal de YouTube del Campus Virtual. El mismo contiene los tutoriales de la utilización de la herramienta Campus Virtual (Moodle), donde la UNVM aloja más de 500 aulas virtuales durante la emergencia sanitaria.

Las tareas realizadas incluyen el desarrollo y la unificación de la identidad del canal con otros espacios relacionados al Campus Virtual. A su vez se ordenó el contenido preexistente, se desgrabaron y subtitularon tutoriales para uso del campus y otras herramientas digitales complementarias para el dictado de clases en la virtualidad.

Actualmente el canal de Youtube «Campus Virtual UNVM» cuenta con 27 tutoriales destinados tanto a docentes como a estudiantes de la Universidad. Su actualización es periódica.

 

 

Una relato argentino sobre Cartagena de Indias

Una relato argentino sobre Cartagena de Indias

Rodrigo Duarte, trabajador nodocente de la Secretaría de Comunicación Institucional, participó del Programa de Movilidad para Gestores (ProMIG) de la Secretaría de Internacionalización. En el siguiente artículo publicado en El Diario, describe las distintas acciones llevadas a cabo por un proyecto de investigación-acción-participación de la Universidad del Sinú (Seccional Cartagena)

Cartagena de Indias se declaró independiente en 1811 y fue heroica desde agosto de 1815. Sus habitantes por entonces soportaron 105 días de hambre a raíz del cerco que ordenó Fernando VII a Pablo Morillo para reconquistarla. La resistencia duró hasta diciembre cuando los cañonazos, la falta de víveres y agua se impuso habiendo provocado la muerte de casi la totalidad de la población que eligió no entregarse a los conquistadores. Años más tarde, en 1819, la campaña libertadora alcanzó la independencia comandada por Simón Bolívar. Batallas, corsarios, piratas, cólera, invasiones, inquisición, desigualdad, pobreza. Dentro de los ocho kilómetros que quedan de muralla se escuchan relatos que acompañan los paseos por sus calles angostas.

El calor se deja disfrutar con el colorido que se impuso a la arquitectura colonial. Pegado al centro histórico, Getsemaní. Cuna de luchas. Un barrio mural (decenas de artistas decoran sus muros en impresionantes murales pintados con aerosol). La barriada se llena hostels (miles de turistas internacionales se alojan en sus hostales para vivir la experiencia de recorrer sus calles adornadas con guirnaldas, lucecitas y paraguas) entremezclados con las casonas de sus antiguos habitantes que exhiben un origen más popular.

A pocas cuadras, el Castillo San Felipe. Una fortificación construida por la colonia española en 1657. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984. Está ubicado a 40 metros de altura, lo que permitía atacar desde lo alto el avance de los enemigos. Por años, la defensa de la ciudad fue prioritaria. Hoy lo es el turismo. Sus calles están pobladas de extranjeros hasta pasando Bocagrande (la Miami con acento francés). Disfrutan de sus playas o visitan algunas cercanas, como Baru, saliendo desde el muelle.

En medio de un tránsito por momentos caótico que se construye a bocinazos, en Cartagena conviven diversos sistemas de transporte. Las busetas que recogen pasajeros hasta rebalsarse, TranCaribe (modernos colectivos que cuentan con un sistema de transferencia de pasajeros), taxis tradicionales, In Driver (una especie de Uber), colectivo (taxis sociales que juntan pasajeros y dividen el costo) y mototaxis (unas 70 mil motos de 125 cilindradas que conquistaron distintos sectores de la ciudad y se convirtieron en el medio de transporte más rápido y económico, aunque ilegal).
Desde el mercado Bazurto hacia afuera es otra Cartagena. Menos turística, muestra a los cartageneros haciendo la diaria. También se evidencia aún más la desigualdad, las migraciones internas y los nuevos migrantes. En un país en el que el conflicto, la desigualdad y la corrupción son monedas corrientes, América Latina se expone y camina. Uno de esos casos es el de Villa Corelca, una barriada en la que se respira lucha.

Vivir en medio de las torres

Durante mi estadía en la Universidad del Sinú seccional Cartagena recibí de parte de Jorge Reyna la invitación del profesor de la Universidad Enrique Ochoa, en compañía del líder comunal Carlos Prieto, para conocer Villa Corelca, barrio donde desarrollan su proyecto de investigación-acción-participación con el objetivo de montar una empresa “productora de traperos” que al ser puesta en proceso productivo mejore las condiciones socioeconómicas de vecinos y vecinas del sector. Al mismo tiempo, el equipo de investigación colabora para promover políticas públicas tendientes a facilitar el acceso a derechos fundamentales y a legitimar la lucha de las y los habitantes que lleva más de 30 años.

Tomamos un taxicolectivo que nos dejó en un hogar para mayores adultos que funciona en el barrio San Fernando, sector César Flores, donde está ubicado el centro de día “abuelos dejando huellas”. Pudimos hablar con las personas que allí esperaban su almuerzo y compartir experiencias. De allí caminamos unas cuadras y tomamos otro taxi que nos depositó en el corazón del sector. El ingreso no es sencillo. Las calles angostas y las trepadas hacen complejo el acceso. Según nos dicen, los habitantes son escépticos con relación a las posibilidades de conseguir que el Estado resuelva situaciones que llevan décadas en materia de seguridad, ambiente y demandas sociales y habitacionales.

Las torres de alta tensión que irrumpen en el medio de las calles son lo más sorprendente del paisaje, por su peligrosidad y por su tamaño. En el trayecto conocemos la historia. Para saber por qué esta población se instaló en ese sector hay que remontarse a la década del ’80 cuando diferentes comunidades de Colombia se vieron obligadas a abandonar sus tierras ante la presión de “grupos al margen de la ley” y a desplazarse dentro del territorio colombiano. Decenas de familias llegaron a la ciudad de Cartagena y se establecieron en la zona. Así comenzó a poblarse Villa Corelca, con una comunidad desplazada por la violencia de sus territorios que ante la indiferencia del Estado decide tomar terrenos baldíos aledaños a lo que era la empresa Corelca.

Desde los comienzos, sus habitantes sienten vulnerados sus derechos. En primer lugar, por la empresa dedicada a la producción y distribución de energía en las zonas industriales de Cartagena. Pero también por Tenaris-Tubo caribe, organización que produce tubos y varillas en hierro. En ambos casos advierten sobre las malas prácticas ambientales, la negación del acceso al empleo para los habitantes de la zona, y la poca información que ofrecen para evaluar sus mecanismos de responsabilidad social frente a las comunidades aledañas.

El proyecto de investigación-acción-participación el cual lidera Ochoa es preciso acerca de los diagnósticos. Allí establece que “la omisión gubernamental, e incluso la carencia de objetividad y de planeación por parte del Estado, sobre todo en preferir a los sectores poderoso de la economía, para la protección de sus intereses, que el apoyo que se le pueda brindar a los sectores vulnerables, en razón de la poca capacidad de defensa, proveniente precisamente de la carencia de poder”.

Ante ello proponen la creación de una empresa como oportunidad para que esta población vulnerable pueda mejorar sus condiciones de vida y “encontrar una respuesta ante la pobreza, la desigualdad, el desempleo y la exclusión”.

*Texto Publicado en El Diario (14/06/2020)

Semana de la Comunicación y del Periodismo

Semana de la Comunicación y del Periodismo

Con la presencia de exponentes de la profesión, se realizaron una serie de charlas con el objetivo de repensar y debatir la práctica periodística en la actualidad.

La Universidad Nacional de Villa María organizó la Semana de la Comunicación y del Periodismo, a través del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Sociales y la Secretaría de Comunicación Institucional de Uni. La misma propuso una serie de eventos virtuales en los que participaron estudiantes, docentes, comunicadoras y comunicadores, y que abordaron diferentes tópicos relacionados con a la comunicación y el periodismo en la actualidad, y en el marco de la emergencia sanitaria.

La actividad comenzó el domingo con dos clases abiertas de la Dr. Mariana Corradini y el Lic. Pablo Correa, docentes de la carrera de Comunicación Social. Las mismas fueron subidas al canal de YouTube del Instituto de Sociales, y pueden verse aquí debajo.

 

En segundo lugar se desarrolló el panel «Periodismo desde Casa», coordinado por la docente y secretaria de Comunicación de la UNVM, Dra. Malvina Rodríguez, que tuvo la presencia de Cynthia Ottaviano y Roberto Caballero, referentes de la profesion.

Podrás repasar algunas de sus reflexiones en la nota: «El periodismo como “herramienta para la transformación social”

Como cierre de actividad se desarrolló la conferencia «PERIODISMO DIGITAL: Las buenas prácticas de siempre para nuevos lectores» a cargo de la editora ejecutiva de Perfil.com, María Jose Bonacifa.

 

La infodemia en la era digital: Reflexión en torno a la comunicación de crisis 

La infodemia en la era digital: Reflexión en torno a la comunicación de crisis 

«La infodemia en la era digital: reflexión en torno a la comunicación de crisis»  fue el título del encuentro que presentó la Dra. Malvina Rodríguez, secretaria de Comunicación Institucional de la Universidad Nacional de Villa María. La actividad fue organizada por el Centro de Graduadxs de la UNVM y diferentes asociaciones estudiantiles.

«En el actual contexto observamos la emergencia de lo que denominamos infodemia, o como lo llama la UNESCO, desinfodemia. Este fenómeno refiere a la circulación de noticias inexactas, incompletas, incluso totalmente manipuladas, que en una situación de pandemia como la que estamos viviendo a causa del Covid-19, puede tener resultados realmente dramáticos para las comunidades», resaltó la funcionaria y docente de la UNVM.

El encuentro abordó 3 ejes, referidos a la caracterización del concepto de infodemia, la desinformación en la comunicación de riesgo y de crisis, y por último la infodemia en la era digital. Los mismos fueron tratados «en el contexto de emergencia actual, pero también en el contexto de esta comunicación globalizada que ocasiona que las acciones de líderes mundiales en redes sociales, sobre temáticas que en principio se desarrollan dentro de las fronteras nacionales, adquieren una dimensión decididamente global, como lo que está ocurriendo en este momento con la situación de racismo y de la violencia asociada a la discriminación en Estados Unidos, y la particular comunicación de crisis del presidente Trump», conforme indicó la investigadora.

Además agregó que «si bien siempre han existido la desinformación y la posibilidad de manipular información,  que es posible encontrar en distintos momentos de nuestra historia, parecen potenciarse con el desarrollo de las redes sociales, de las plataformas digitales y sobre todo de la capacidad del Big Data, de almacenamiento de grandes volúmenes de información, que permiten un rápido procesamiento y utilización estratégica de la misma».

La actividad propuso un espacio abierto para escuchar propuestas y experiencias de las y los participantes, en torno a una temática que admite múltiples respuestas, entendiendo que debemos actuar con cautela «en el tratamiento de las prognosis, de aquello que nos espera en este mundo una vez controlada la situación de riesgo y de crisis, en distintos lugares, a partir del Covid-19», concluyó Malvina Rodríguez.

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